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¡GRACIAS POR SU INTERÉS!

Bienvenido/a a este blog, que nace, con el año 2012, como vehículo para la transferencia y divulgación del conocimiento, particularmente en materia de turismo. Como complemento:

-He aquí el documento resultado de casi cinco años (2010 a 2014, 55 artículos) escribiendo cada mes en HECONOMIA, con análisis y propuestas para el turismo provincial: https://www.dropbox.com/s/oblyls2fi3tov7g/HEconomia_2010_2014_55_articulos.pdf?dl=0

-Los 12 artículos de la sección EL MURO del diario Huelva Información (año 2015): https://www.dropbox.com/s/sqlyhbqu1hc7if1/ElMuro_HI_2015.pdf?dl=0

-Y las múltiples colaboraciones en Hosteltur: https://www.hosteltur.com/comunidad/usuario/vargas

Además, en la siguiente URLs encontrará más, mucho más, sobre mi actividad académica (mi legado): https://padlet.com/alfonsovargassanchez/cvm56nauhvrhsnua

Y lo más importante: ¿aún no conoce Huelva? Descúbrala en el siguiente enlace y en la presentación que sigue: http://www.turismohuelva.org - https://www.dropbox.com/s/8ada1ku91qtoknc/AunNoConocesHuelva.pps?dl=0

sábado, 25 de abril de 2015

HUELVA TAMBIÉN EXISTE. UNA MIRADA A NUESTRA CRISIS CON ESPERANZA

2014 ha sido otro año decepcionante para nuestra provincia: mientras a nivel autonómico y nacional la recuperación económica comienza a asomar, en Huelva hemos seguido cayendo: ahí están los datos del mercado de trabajo (según la Encuesta de Población Activa del INE cerramos el año con 10.300 desempleados más y una tasa de paro del 35,26%), del turismo (reducción tanto del número de viajeros y pernoctaciones en año record para Andalucía y España), ningún avance significativo en materia de infraestructuras, ni en lo que se refiere al Parque Científico y Tecnológico, que sigue en stand by, o al Parque Huelva Empresarial, etc. etc. Por tanto, ya no es la crisis (en general), sino nuestra propia crisis (en particular).

Año tras año seguimos igual: refiriéndonos a la tierra de las eternas potencialidades que no terminan de transformarse en una floreciente realidad económica y social. El caso más claro de fracaso colectivo (y no sólo de los poderes públicos, para ser justos) está en el turismo provincial. Y es preocupante porque lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa (aunque hay gente que podría ayudar). Y no sé si en realidad queremos saberlo, porque supone reconocer errores, y más en un año electoral triple. Como decía Einstein, "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados". Todo lo hemos justificado con la clásica barrera al aprendizaje del enemigo exterior: la crisis con los consiguientes recortes, el gobierno de otro color político que no invierte en las infraestructuras necesarias…pero hay algo más y cosas que podemos hacer: sin autocrítica no hay progreso, aunque no nos gusten oír algunas cosas.

El color del futuro

Con todo, mirando hacia adelante, diría que el presente es incierto y duro, pero con un futuro esperanzador:

-Incierto porque van a producirse cambios, no sabemos aún en qué sentido, pero son inevitables ante la gravedad de la situación: de hecho ya han empezado en una institución tan señalada como la Federación Onubense de Empresarios.

-Duro porque nuestro ya débil tejido empresarial (sobre todo pymes y microempresas) se ha visto mermado severamente, las empresas que han conseguido resistir lo hacen, en general, con muchas dificultades, y muchas familias lo han pasado y siguen pasando muy mal. A menudo echo de menos un expreso reconocimiento del pozo en el que estamos y de las crecientes bolsas de pobreza existentes, cuya configuración ha cambiado en estos últimos años, como así han puesto de manifiesto diversas organizaciones solidarias, como RESURGIR: muchas familias de la cada vez más estrecha clase media han pasado a una situación de pobreza lacerante.

-Pero esperanzador, porque una nueva generación de emprendedores está llegando, jóvenes en edad y/o en espíritu que encaran la realidad con una visión más amplia (generalmente han salido fuera, lo cual deja una impronta) y de una forma proactiva e innovadora, abanderando  la triple T del Prof. Richard Florida: Talento, Tecnología y Tolerancia. Esta es como una suerte de lluvia fina que tarda en calar, pero que termina transformando la realidad.

Necesitamos un compromiso

Somos conscientes que gobernar, y más en estos tiempos de estrecheces, es difícil. Pero hemos de pedir a quienes nos gobiernan que trabajen en una serie de prioridades:

-Que apoyen más a nuestros emprendedores; necesitamos muchos más y en nuestro país seguimos sin ponérselo fácil a quienes se plantean crear su propia empresa: según datos del Banco Mundial en su reciente estudio “Doing Business 2015”, ocupamos el puesto  74 (entre 189 economías) en lo que se refiere a apertura de un nuevo negocio. Se ha avanzado, sí, pero no lo suficiente: aún estamos lejos de las economías más desarrolladas. Ahí encontraremos parte de la respuesta a por qué no tenemos más empresas, todas esas que necesitamos, de forma que esta tarea no se convierta en un esfuerzo hercúleo y casi heroico.

-Que definitivamente pongan a funcionar la llamada triple hélice: empresas, administraciones públicas y agentes del conocimiento (especialmente la UHU) trabajando al unísono, dentro de una hoja de ruta previamente definida y a ser posible consensuada.

-Un pacto de “Estado” por la provincia que, a modo de grandes directrices de lo que podría llegar a ser un plan estratégico provincial, consensue las prioridades en materia de infraestructuras. Pese a los retrasos acumulados que podamos esgrimir, una carta a los “Reyes Magos” no es un planteamiento que nos fortalezca y legitime, y más en tiempos de apreturas como los que vivimos y seguiremos viviendo al menos a medio plazo. El documento inicial de la Agrupación de Interés promovida por la Autoridad Portuaria va en este sentido, aunque necesita un determinado liderazgo del que quizás se carece, como inmediatamente referiré.

-Esto exige, para que tenga éxito, una altura de miras por parte de los dirigentes políticos y sociales en general, oteando más allá de los tiempos electorales e intereses propios, además de un liderazgo políticamente neutral que, al inspirar la confianza suficiente, pueda aglutinar las voluntades necesarias y dinamizar este proceso.

-Con ese resultado y el apoyo de toda la ciudadanía, procurar las complicidades necesarias a nivel autonómico y nacional. Hemos tenido escaso peso donde se toman las decisiones y se priorizan las inversiones.

-No dejar esta reivindicación sólo en manos de nuestros representantes. Cada ciudadano ha de asumir su propio rol activo. La campaña “Teruel existe. Somos todos” puede ser un referente para la movilización ciudadana. ¡Huelva también existe!

-Finalmente, incluso trascendiendo este planteamiento, Huelva tiene un problema de imagen (o incluso de no imagen) exterior, que acaba por afectar a todos sus sectores productivos. Cabría plantear, pues, la creación de un ente gestor de la marca e imagen de Huelva.

Y la ayuda de todos

Como escribió el glorioso estratega militar chino Sun Tzu, en su famoso libro “El Arte de la Guerra”, los buenos gobernantes son aquellos que tienen conocimiento, sinceridad, benevolencia, coraje y firmeza. A mi juicio, aún representa una descripción a tomar en cuenta a pesar de haber sido hecha  en el siglo IV antes de Cristo.

Debemos ayudar a nuestros gobernantes, del mismo modo que estos deben dejarse ayudar. Los políticos no son extraterrestres, son parte y reflejo de la sociedad. Si la sociedad es en general apática, tenemos muchas papeletas para que nuestros representantes sean apáticos; si la sociedad está ayuna de ciertos valores, esos valores muy probablemente no estarán presentes en la gestión pública, etc. Pero a la vez son ellos, en el ejercicio de su poder, quienes inciden y condicionan la sociedad, adormeciéndola o estimulándola, inyectando unos valores u otros. Somos producto de la sociedad pero a la vez productores de la misma. Es la autopoiesis propia de los sistemas complejos, como la denominaron los biólogos chilenos Maturana y Varela. En otras palabras, ahí está precisamente su responsabilidad, y la de cada uno de nosotros.
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Publicado en RESURGIR, nº 28, Primavera 2015, pp. 8-9.



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